Monday, September 05, 2005

La Puerta

La Puerta
(Oscar Armando Rascón)


“Extendió el brazo detrás de sí y cerró la puerta con el pestillo. Las luces se hicieron más brillantes.
...tropezó... y cayó en otro mundo.”

Stephen King



El caballo galopó en su dirección, arrancándole pedazos al suelo. Se podía observar en el, la misma determinación que impulsaba a su jinete. El sol de la mañana se desprendía desde la espada, en aleatorio vaivén. A pocos metros de su objetivo el jinete levantó la espada. En los ojos de Esteban, el rostro del soldado y la cara del corcel se intercambiaban en fracciones de segundo. Justo antes del contacto; despertó sobresaltado.

Un exagerado sudor, aún para el calor del mediodía, le recorría las pálidas mejillas y coronaba su frente. El ruido del tráfico murmurando en su ventana, como un vecino molesto, le obligó a levantarse. Cruzó la austeridad de su habitación y se afeitó en silencio.

Había perdido la cuenta de las veces que el mismo sueño le sorprendía haciendo la mona. En ocasiones, como por misericordia divina, llegó a desaparecer por semanas enteras, pero luego, como parásito reincidente, volvía para alimentarse de su paz.

-Cuarenta y tres años son demasiados para un boxeador amateur, mi hermano, aún para un ropero como tú –. Le había dicho Tony Valenzuela, promotor y propietario de la arena local.- No quiero que un día de estos tengamos que sacarte en cuatro, no necesito leyendas muertas en mi arena. Esa es mala publicidad ¿entiendes?-.

Recordaba aquellas palabras, mientras acariciaba la cicatriz de su pómulo izquierdo. Un vivo recuerdo de los años buenos, cuando su vida era una promesa; una apuesta con muchas posibilidades de ganar. Esa tarde, cerveza en mano, se sintió más infeliz que de costumbre; le pesaba la incertidumbre de su destino, su fracaso como deportista y la indiferencia de la buena fortuna. Desesperado rogó al cielo por una segunda oportunidad para rehacer su vida, esta vez sin aficiones estúpidas y ridículos sueños de grandeza. El cielo se limitó a guardar silencio mientras su voz se cortaba entre gemidos y sollozos.

Los faros de un automóvil, iluminaron las franjas amarillas y negras en la barra de seguridad de acceso a la fábrica. Después de verificar la identidad del conductor, Esteban levantó la barra, permitiendo el ingreso del vehículo. Era una noche como cualquier otra, el viento apenas empujaba las ramas de los eucaliptos, la radio repetía la programación de la semana, los ventiladores mantenían su incansable sonido rítmico y el café estaba amargo. Durante el recorrido de las dos, le pareció escuchar un ruido en los sanitarios del personal administrativo, área que generalmente se encontraba sola durante su guardia. Un vistazo bastó para asegurar la zona y continuar. A las cuatro, durante el segundo recorrido creyó escuchar nuevamente algunas voces provenientes de la misma zona. De nuevo el lugar estaba vacío. Fue hasta la cafetería por un sandwich y un refresco y emprendió el camino hacia la caseta seguridad acelerando el paso. En su trayecto, pasó de nuevo por los sanitarios de administración. Esta vez, además de las voces, las luces de los sanitarios parecían estar encendidas por lo que se podía apreciar entra la parte inferior de la puerta y el piso. Definitivamente alguien estaba tratando de tomarle el pelo. Intentó abrir la puerta, pero encontró que estaba asegurada. Mientras trataba de encontrar la llave adecuada para la puerta, la luz aumentó su intensidad, a la vez que el ruido subía de volumen. Al abrir la puerta la puerta la poderosa emanación le obligo a cubrirse los ojos. Al cabo de un rato, no pudo evitar la tentación de echar una segunda mirada, y sorprenderse ante la inofensividad de la luz, a pesar de su intensidad. Maravillado, permaneció contemplándola inmóvil durante varios minutos. Imaginó el momento en que debía cruzar la frontera entre la vida y la muerte, y por un instante creyó estar ante las puertas de la eternidad. Un número indeterminable de voces en diferentes idiomas incluyendo el suyo provenían de la luz. Entonces empezó a disminuir su intensidad al igual que el volumen de las voces. Confundido y temeroso de perderla para siempre, Esteban se aventuró dentro de ella.

Las nubes de polvo impedían la clara visibilidad en el escenario de las hostilidades. Los gritos de muerte se ahogaban entre el choque de los metales y el sonido de los cascos de los caballos castigando la tierra. Cerca, un cuchillo cercenaba un cuello, mas allá un hacha castigaba un hombro. A sus pies, yacía una espada con inscripciones desconocidas. Al levantarla, el peso de esta le resultó de alguna manera familiar, igual que el olor a sangre. Una cabeza rodó hasta el lugar en que estuviera la espada. Todos sus sentidos se encontraban activos y alertas. No puedo estar muerto. – pensó- O tal vez si, y esto es el infierno. Pero no era el infierno, ni estaba soñando. El roce de una lanza en su hombro se encargó abatir esta última teoría. No tuvo que esperar mucho tiempo para encontrar al jinete. Este al descubrirlo, le sonrío al tiempo que dirigía al corcel en pos de Esteban. La escena, como recién rebobinada, empezó a correr por primera vez ante sus ojos. El caballo galopó en su dirección arrancándole pedazos al suelo. Esteban sujetó la espada con ambas manos y le esperó.

2 Comments:

Blogger La Niña Veneno said...

wooow ke intenso!!!
tienes ganas de un desvelada que no sea por obligacion?? vamonos toda la comuna blog de parranda!!! el problema sera decidir en cual de todos los estados sera jajajaja...saludos, cuidate.

6:29 AM  
Blogger A Teen Spirit! said...

Shido lo de la parranda!!! jejeje, ke sea en Nuevo Leon jijijiji....

Oie Ozkr!!! neta ke ke shido t kedo!!! me gusto la parte de "Había perdido la cuenta de las veces que el mismo sueño le sorprendía haciendo la mona. En ocasiones, como por misericordia divina, llegó a desaparecer por semanas enteras, pero luego, como parásito reincidente, volvía para alimentarse de su paz."

Como cuando se van mis pesadillas y regresan como ahorita...

EN fin!!! shidisimo, por ke me das las esperanzas de ke puedo morir de pie en ves de salir huyendo por ke viene el ginete de mis pesadillas.

3:58 PM  

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