Thursday, November 27, 2008

Soneto No. 4

No creas que soy inmune a la promesa
que escrita entre tus labios humedece
la savia de mis sueños que adolece
del tacto de tu carne que me besa

Ni al eco de tu piel cuando confiesa
el enigma que trémulo aparece
traidor en tu mirada y enmudece
tu aliento desteñido en la sorpresa

y aunque el pulcro silencio sea conciente
que no es uno del otro indiferente
será mejor fingir mirando al suelo

que siga en su lugar completo el cielo
tragarme la moral que tanto duele
y tu boca entre sueños me consuele