Thursday, October 06, 2005

Soneto No. 3

¿Por qué cierro los ojos y te veo?
¿Por qué de tu voz el eco se aferra,
taladra mis oídos y me encierra
la celda de tus ojos, como a un reo?

¿Por qué de nuevo emerges cuando creo
haberte al fin vencido en esta guerra?
¿Por qué no dejas de una vez la tierra
que en ocasiones me entrega morfeo?

¡Largo de aquí!, te ordeno... no te ruego
libera mi obsesión que tantas veces
usaste como pieza de tu juego.

Exigen ya mis lágrimas, tus jueces,
consuma tu recuerdo como el fuego,
la pira del olvido que mereces