Tuesday, September 20, 2005

Kilómetro 18

Kilómetro 18
Oscar Armando Rascón



La bóveda gris del cielo no tardaba en dar paso a las primeras estrellas de la tarde, mientras un Ford Mustang modelo 2000, pasaba de lado Estación Sueco por la autopista Juárez – Chihuahua. Dentro del auto, Scott Stapp gritaba desde los parlantes “Could you take me higher” y el clima artificial empezaba a dejar de ser agradablemente frío, para cualquier persona normal; pero no para Eduardo Sosa que entusiasta coreaba “to a place with golden streets”; a quien le sobraban motivos para estar entusiasmado aquella tarde.

Había conseguido un contrato para el desarrollo de un ERP, con una importante trasnacional con plantas de producción en, prácticamente, toda la república. Además de recibir un cheque por el 50% del pago total del desarrollo, lo cual aseguraba al menos 3 años mas de nominas y gastos operativos. El resto del pago serían ganancias netas, a excepción de algunos impuestos, claro peroporsupuesto diría su contador.

Aquellos momentos de romántica felicidad fueron saboteados durante algunos minutos por el operador de un autotanque, a quien, aparentemente los dos carriles de la autopista le parecían un poco angostos y había decidido remediar aquel detalle ocupando parcialmente ambos. Eduardo intento rebasarlo en repetidas ocasiones, tocó el claxon, le cambió las luces, todo en vano. Hasta que, ante la milagrosa presencia de una patrulla federal a orillas de la autopista, el operador del autotanque, descubrió que un solo carril era suficiente. Finalmente el Mustang se adelantó.

Mas adelante fue obligado a detenerse por las imperiosas ganas de orinar. Hasta el riñón mas experimentado sucumbe ante la necesidad de echar una firma después de cuatro heladas en lata. Tras encontrar el lugar mas discreto disponible, un tronco que hacía las veces de poste de cerca. Eduardo orinó por una eternidad y algunos minutos. El amable operador del autotanque, no resistió la tentación de sonar la corneta al dejar atrás al Mustang nuevamente.

De regreso al auto, una mujer joven con un niño en brazos le esperaba al lado del copiloto. Extrañado ante la escena, después de un rato logro decir :

-Buenas noches, señora ¿le ocurrió algo a su auto?-. La mujer se limitó a mirarlo fijamente.

-¿Necesita que la lleve al alguna parte?-. Preguntó de nuevo. Esta vez la mujer extendió el brazo en dirección al sur. En un gesto de amabilidad, Eduardo abrió la puerta, esperó a que subieran sus nuevos pasajeros y la cerró de nuevo. Mientras reanudaba su camino, no dejaba de preguntarse de donde provenían aquellos dos.

-¿Vive cerca de aquí?-. Inquirió a la mujer, quien por respuesta lo miró por un instante y luego hizo un gesto de negación con la cabeza.

En vista de lo productivo de aquella conversación, Eduardo optó por cerrar el pico y continuó manejando el resto del viaje en silencio. Para variar, después de algunos kilómetros el concubino de Lola la trailera seguía haciendo de las suyas, y una larga fila de automóviles venía sufriendo las consecuencias de sus travesuras.


-Tomaré la de cuota señora, ¿esta bien?-. La mujer negó con la cabeza de nuevo y apuntó hacia la libre con su mano derecha. Eduardo, supuso que el coche de la mujer se encontraría en algún punto de la carretera libre y tomó dicha desviación. Hacía algunos años que no transitaba por la libre, de manera que no sabía en que condiciones se encontraría el asfalto, con la agravante de la oscuridad y lo poco concurrido que era aquel tramo, decidió tomar sus precauciones y bajar la velocidad. Mientras recorría aquel solitario camino, recordó las veces en que su padre los llevaba hasta aquellos parajes cuando caía una buena nevada, durante su infancia; y las diversas historias acerca del monumento de las siete cabezas, siete chiquillos que habían perdido la vida en aquel tramo carretero. Absorto en sus recuerdos, se olvidó por completo de sus peculiares invitados hasta que advirtió a lo lejos las luces de patrullas y ambulancias justo donde la libre se unía de nuevo con la autopista. Un federal de caminos que dirigía el tráfico ante el accidente le obligó a realizar un alto total, para dejarlo pasar después de un minuto. Fue cuando se percató del autotanque volcado y una vagoneta hecha camote a unos cuantos metros del mismo. Sorprendido, se orilló en el primer espacio disponible.

-Ya regreso, señora- . Dijo a la mujer.

-Dios nos cuide-. Expresó un miembro honorable del grupo de curiosos anónimos.
-Dicen que el trailero venía borracho- Agregó alguien más.
-Se los llevó la ambulancia, pero dicen que la madre y el más pequeño ya iban muertos- Afirmó el curioso #1.

Después de haber escuchado cinco minutos de conjeturas, lamentos y dios-míos, Eduardo se retiró del grupo para dirigirse al auto. Solo que la mujer ya no estaba. Probablemente se desesperó durante mi sesión informativa – pensó-. En fin, ya no estaban lejos de la ciudad y lo más seguro es que hubiera conseguido otro aventón.

Por la mañana, acudió a su cita con el dentista.

–El Dr. Ramírez llegará media hora tarde- le advirtió la simpática recepcionista.

-Esta bien, lo esperaré-. ,

Al cabo de un rato de jugar en su celular y enviar mensajes SMS terminó por aburrirse. Tomó el periódico de la mesa de centro y buscó alguna noticia del accidente de la noche anterior. En realidad no tardó mucho en encontrarlo: “Horrible accidente en la autopista a Cd. Juárez. Alrededor de las 20:00 horas del día de ayer el operador de un autotanque perdió el control del camión causando la muerte de dos personas y dejando gravemente heridas a tres más, a la altura del kilómetro dieciocho muy cerca del entronque de la vía libre. Mas información en la página 11A”. A la derecha de la nota estaba una fotografía de la familia afectada en el accidente, encerrados en un círculo los rostros de las dos personas que fallecieron en el percance. Una mujer joven y un niño de brazos, los mismos que acompañaron a Eduardo en la vía libre.

3 Comments:

Blogger A Teen Spirit! said...

sad
impredecible
realista

did I say VERY SAD?!?!?


salu2 cordiales de parte de doña Juana Cata

5:46 PM  
Blogger 3L_b4g0 said...

me gusta el estilo y la historia... me recuerda el monte de las animas de becquer

Saludos desde la locura

8:43 PM  
Blogger La Niña Veneno said...

woowoowoow...me encantan las historias que implica a lo sobrenatural...sobre todo si no hay violencia...solo la energia presente...el alma...me agrado bastante :D

7:40 AM  

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